Para mí es el mal hábito nº 1.
Lo reconozco: Sí, es algo con lo que llevo luchando desde hace años. Bueno mejor así. Así lo dejo ya claro desde el principio. Me atrevo a decir que lo es porque de él derivan casi todos los demás malos hábitos que tenemos. Aunque es una conducta que veo normalmente cuando trabajo con CEOs y ejecutivos de éxito, he llegado a la conclusión que está mucho más extendido. Porque no solo lo veo en las organizaciones. Está en la política, la cultura, los deportes, etc. Pero, ¿De qué va este mal hábito de querer ganar siempre y cada vez más? Es la necesidad de satisfacer las ganas de ganar a toda costa. Ganar en cualquier situación, siendo insensible a las consecuencias en las personas e indiferente de si vale la pena o no. He escuchado como algunos lo llegan a considerar una “buena” obsesión e incluso una virtud que lleva a la perfección y al alto rendimiento. ¿Y por qué no? ¿Ser más competitivo, ambicioso o exigente no ayuda en los tiempos complicados en los que nos movemos? Déjame responderte: ¡NO! Este hábito es una obsesión. Y como tal no hay nada de bueno en ello. Sí, es así, aunque el libro de moda o el ejecutivo de gran éxito o incluso el “gurú” en motivación te quiera convencer de lo contrario. Se vuelve en una obsesión cuando no diferencias más la clara (y sana) línea entre lo necesario y lo innecesario. Y esta fina línea la cruzas más veces de lo que piensas. Aquí unos ejemplos…
Se ha convertido por lo tanto en algo cotidiano sobre lo que ni piensas. Y para la gran mayoría se ha convertido en el “gen dominante” del ADN del éxito o el elemento más importante de su fórmula del éxito. Es triste pero cierto. Pues no tiene que ser así. Me niego a aceptarlo como algo que se ha establecido para quedarse. He visto como trabajando y cambiando este hábito se puede llegar a tener incluso más éxito. Te propongo para ello esta simple técnica… es simple, pero una advertencia: Para muchos les va a resultar tan difícil como levantar 100 kilos!!! ... y lo digo por experiencia propia.
Y nos dejamos de una vez del “o aquí gano yo o no gana nadie”. Me gusta lo que desde hace un tiempo Simon Sinek nos intenta transmitir con el “juego infinito”. La pandemia nos ha hecho ver muy claro que el objetivo ya no es ganar al otro y así ganar la “jugada”. El objetivo es mantenerse el máximo tiempo posible en la jugada y crecer y mejorar manteniendo el juego activo de forma infinita. Me gusta más esta visión. Algo idílica y complicada de aplicar en la realidad hiper-competitiva en la que estamos actualmente. Pero es un comienzo... Porque quita presión a nuestra forma de pensar y pone la prioridad en lo que la hay que poner: Tener siempre claridad sobre el por qué y el para qué hacemos realmente las cosas. ¿Cómo lo ves tú? #humanresources #productividad #motivation #creativity #entrepreneurship
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AuthorDaniel is a top international coach with more than 15 years experience in helping people to become inspiring leaders, compelling speakers and high performers. Archives
June 2021
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